La Galia

Retomando al fin nuestras salidas gastronómicas, hemos comenzado el año con un poco de fusión mediterranesa-francesa... que, depende para qué, ¡mezclar está muy bien! Y aquí estamos, con muchas ganas de probarlo todo, de descubrir sabores nuevos ¡¡y de disfrutar meneando los bigotitos!!

Una vez más nos ayudó Atrápalo a escoger, y fuimos a parar a La Galia (C/Morería, 11, zona de La Latina, Madrid). El restaurante es pequeñito, con vistas a la catedral y ak Puente de Segovia, en 2 plantas, y muy acogedor con la luz tenue y buen gusto en la decoración... Nada más entrar, nos atendió un camarero muy majete. Nos colocó en una mesita para dos, y nos sugirió el Menú Degustación. ¡Y eso hicimos! Así que aquí tenéis toooooooodo lo que pudimos comer aquella noche:

· Ensalada Galia: buena, sabrosa, pero, para nuestro gusto, un poco avinagrada, ocultando así los otros sabores...

· Puding de cabracho: genial, buenísimo ¡cojonudo! textura, sabor, mmmmmm Lo he probado en otros sitios, pero este se lleva el 1er premio.

· Quiche de jamón y queso con camembert fundido: rica, muy bueno el contraste con la fambruesa...

· Rollitos de ternera: con ellos nos quedamos igual, ni fu ni fa... y preguntándonos si realmente se merecían un hueco en su carta "fusión".

· Rouleaux de morcilla: muy bueno, estupendo el juego entre la morcilla y la cebolla caramelizada, si señor. Con el rouleaux un pelín mas crugiente sería mejor aún.

· Vol-au-vent de champiñón y parmesano: bueno, y si te gusta el queso como a nosotras, te encantará verlo desbordarse al hincarle el cuchillo, mmmm, aunque al llegar detrás del rouleaux, tenía las de perder... Cuando llegó esta "croqueta cilíndrica" (como la llamó Vicky, jijijiji, estos eran los efectos de tanto exceso y lujuria gastronómica) ¡ya estábamos empezando a tener sudores!

Buuuffffff, a estas alturas ¡ya estábamos a punto de explotar! Pero uno de nuestros pecados también es la gula, así que para llegar al climax... ¡¡los postres!!

· Tarta de queso, tiramisú y fondant de chocolate: a Vicky le encantó la textura del tiramisú... y yo muero por el chocolate... ¡Ojo! la de queso me gustó mucho, porque realmente sabía a queso, cosa que otras solo lo llevan en el nombre.

Todo esto lo regamos con cervecita, y un poleo menta al final, para ayudar a la digestión ¿eh Vicky? Total, que salimos de allí muy contentas, a rebosar como Pantagruel.
Así que nos dimos un paseo por la calle Mayor hasta la Puerta del Sol, disfrutando del fresco de la noche...

Y, hasta la próxima, os dejo esta vez con un clásico del rock ¡¡que la disfrutéis!!