domingo, 11 de abril de 2010

El Rumba

Esta vez no estuvimos dándole al bigote las gatitas... lo hizo por nosotras otra buena apasionada del buen comer y el buen beber, la corresponsal Mari Carmen (con su apuntador, jejeje). Así que este es su relato, lo que degustaron, y con lo que nos han dado mucha envidia:

¿Qué hacer en Madrid cuando hace frío, está nublado, llueve... ? Vamos, uno de esos días que solo te apetece estar en casa metido, arrepanchigado en el sofá, con una mantita y una buena peli.


Unos deciden hacer precisamente eso, lo que denominaremos “la maniobra de la seta” y otros LOCOS deciden irse a la Sierra madrileña.


Y esta es la historia de cómo un fin de semana cualquiera nos presentamos en el pueblo de Navacerrada y damos con un pequeño y acogedor restaurante que se llama “ EL RUMBA”.



Desde un primer momento el local nos cautivó, no solo por la decoración cálida y acogedora sino por el trato tan amable y familiar que nos dieron nada más llegar. El restaurante tiene dos plantas. La de abajo es para no fumadores y también tiene a la entrada una barra donde tomarse unas cañitas, si apetece, antes de sentarse a la mesa.


Bueno, vamos a los detalles del banquete. La carta era la mar de variada y fue muy difícil decidir.

Alguno de los entrantes y ensaladas con los que contaba la carta eran: Mini rollitos de verdura con pollo, Bolitas de morcilla y manzana con tomate a la albahaca, Pimientos rojos y cebolla asados con ventresca, Ensalada de queso de cabra... Nosotros optamos por unos pañuelitos de verduras y un crujiente de verduras con Chips de bacón. Buenísimo todo. Lo acompañamos con un vino blanco de Nueva Zelanda estupendo que se llama “Hunter's Riesling 2007”.



Después pasamos directamente a los platos con MAYÚSCULAS. De nuevo había una gran variedad donde elegir entre carne y pescado, como por ejemplo el Lomo de bacalao parrilla a la vinagreta con tomate seco y trufa, Lubina a la plancha con pisto y panadera, Lomo de venado con puré de patata trufado y salsa de cardamomo, entre otros. En este caso nos decantamos por el apartado de sugerencias y pedimos un buen rodaballo y una Carrillera de Ternera que son dos de sus especialidades.




Los que me conocen saben que ahora viene mi parte favorita ya que, en mi opinión, todo buen restaurante debe estar surtido de una, no solo amplia, ni buena sino original carta de postres. Que le voy a hacer; como dice una buena amiga mía y una de las fundadoras de este blog, soy una lechuza, para los que no lo entiendan (yo tampoco sabía lo que era a parte de un ave nocturna) viene siendo que soy una golosa de padre y muy señor mío.


De nuevo la carta de EL RUMBA no nos decepcionó en absoluto. Tomamos un “cremoso de Vainilla” y una “Muerte por chocolate” y casi morimos, sí, pero de placer. ¡Que muerte tan dulce!



El resto de los postres de la carta no os los desvelo porque merece la pena que vayáis a descubrirlos vosotros mismos.


Con estos suculentos platos y postres os podéis imaginar que estábamos más que satisfechos pues las raciones son también generosas pero no hasta el punto, como en otros sitios, que parece que no se te acaba nunca la comida del plato. Situación que, a mí particularmente me puede llegar a agobiar un poco. Aún así hubo hueco cara el café de rigor y una buena copita de Pedro Ximenez.


Ya os he comentado anteriormente que se portaron estupendamente con nosotros y además nos invitaron a un chupito de crema de orujo. El precio... bueno, no es como ir al Vips, eso esta claro pero en relación con la calidad de los platos (excelente) nos pareció muy buena y apta para todos los bolsillos.


Así que ya sabéis, si queréis poner el broche de oro a un día de sierra estupendo ya sea después de hacer ejercicio o de dar un paseo por el pueblo de Navacerrada, o para una cena intima y personal, haced una paradita en el restaurante “El Rumba” (se recomienda reservar).


Informa la corresponsal más dicharachera de Meneando los Bigotitos.



Eso es todo por ahora amigos...

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